Pequeños hábitos: El inicio de grandes cambios

Silva Restrepo Juan David
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 Los hábitos son las acciones que se realizan día a día de manera repetitiva, algo que muchas personas podrían llamar la rutina de todos los días. Sin embargo, la sociedad implementa en su vida hábitos que van en contra de sus objetivos y metas y como consecuencia de esto, las personas desarrollan enfermedades mentales como la depresión y enfermedades físicas como el sedentarismo. Por ende, es posible afirmar que los pequeños hábitos influyen en la calidad de vida de las personas porque son útiles para cumplir todos los objetivos y metas que se propongan.


Para empezar, es necesario comprender de manera adecuada cómo se forman estos hábitos y cómo es posible moldearlos. Según B.F Skinner, uno de los psicólogos más destacados en el estudio del comportamiento humano, los hábitos se forman a través de un proceso de refuerzo y castigo. Skinner postuló que cuando un comportamiento es seguido por una recompensa, es más probable que se repita a futuro, conocimiento esencial para moldear los hábitos a través de recompensas y cambiar hábitos no deseados (Duhigg, 2012). Por ende, para cambiar los hábitos es necesario que se obtenga una recompensa conforme el hábito que se realiza.

Por lo tanto, se puede evidenciar que la sociedad es más proclive a repetir una conducta cuando la experiencia es satisfactoria, esto le enseña al cerebro que dicha conducta vale la pena ser repetida continuamente en el diario vivir. Por ejemplo, Luby, un servidor público del sector salud en mitad de la década de 1990 fue hacia Karachi-Pakistán, la cuál era una ciudad en donde no se contaba con servicio de limpieza, ni de recolección de basura. Por ende, se puede imaginar que en esa ciudad los habitantes contraían todo tipo de enfermedades. A su vez, los habitantes no se lavaban las manos, sabían el riesgo que corrían al no hacer eso, pero no lo hacían. Pese a esto, Luby y su equipo se unieron con una asociación de jabón y crearon uno que genera una sensación más satisfactoria a la hora de lavarse las manos, generando espuma y con un olor más agradable. Después de 6 años Luby regresó y notó que más del 95% de las familias a las que se les obsequio el jabón empezaron a lavarse de manera continua las manos (Clear, 2018, p.223).

En otras palabras, imagina que la vida es como un jardín, cada día es una oportunidad de cuidar y mantener ese jardín o dejarlo crecer sin control. Los pequeños hábitos pueden ser como las semillas que se plantan en ese jardín, si se incorporan hábitos positivos como hacer ejercicio, alimentarse correctamente, practicar la gratitud o aprender algo nuevo todos los días puede que no se noten resultados inmediatos, pero con el tiempo estos hábitos se fortalecerán y florecerán, mejorando la salud física y mental, bienestar general y la calidad de vida, tal como florecerían esas semillas en el jardín.  

En resumidas cuentas, la implementación de pequeños hábitos es fundamental en la vida cotidiana debido a que mejorarán la calidad de vida a largo plazo, mejorando factores claves en la salud tanto mental como física. Es importante ser conscientes que cada pequeña elección diaria cuenta para la mejora de la calidad de vida y el llegar a cumplir los objetivos propuestos. Por lo tanto, reconocer y cultivar buenos hábitos es esencial para el crecimiento personal, encaminando la vida en una dirección más positiva.

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